Cuantas veces hemos deseado borrar un día, un instante, un momento,
hasta un año de nuestras vidas a borrarlo todo y vaciar nuestra memoria.
Cuantas veces deseamos volver a ser niños,
vivir todo de nuevo,
recuperar lo que se fue o dejar que el tiempo ponga las cosas en su lugar.
Algunos simplemente no esperan nada del tiempo.
Da lo mismo regresar o avanzar, simplemente renuncian a que el tiempo continúe su
paso y se marchan con lágrimas y un largo adiós.
Si deseáramos en algún momento perder completamente la memoria y plegárnos,
por ejemplo, a la frase "comenzar de nuevo" ¿cuántas cosas no perderíamos?
serían como aquellas cosas que se extravían incidentalmente en una mudanza
y luego se extrañan.
Perderíamos el calor del primer beso y la sensación
de aquel amanecer que fue perfecto.
La nostalgia por amores pasados y a inocencia con la que nos entregamos a lo desconocido esa primera vez.
Quedarían atrás los amigos que iban a ser eternos,
las cartas que nos hicieron llorar, la primera o última vez que vimos a un gran amor,
los brazos mas cálidos, el día que pensamos que se iba a caer el mundo,
el dolor más hermoso, la sonrisa mas esperanzadora,
el nacimiento del sentimiento más puro.
¿En realidad comenzamos una vida nueva o matamos otra llena de bellos recuerdos? Dejamos una vida y un presente que nos da infinitas oportunidades por soñar,
por soñar con un futuro perfecto que no existe
o un pedazo de cielo donde no sabemos que nos espera.
¿Vale realmente la pena perder la memoria?

2 comentarios:
eeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee pero que es esto? lo has hecho tu? ENTRADAZA TIAA! FLI-PAN-TEEEEEEEE
Hahahaha, tú nosabes las maravillas que hago cuando me entra la inspiración, pero sigueme sígueme el blog :)
Publicar un comentario