-¿No ha observado usted -dijo entonces Hildebrando- que los actos más decisivos de nuestra vida, es decir, los que corren más riesgo de decidir nuestro porvenir, son la mayoría de las veces actos imprudentes?
-Así lo veo -respondió Audibert-. Es un tren al cual sube uno sin pensarlo y sin haberse preguntado adónde lleva. E incluso casi nunca se comprende que el tren le conduzca a uno, hasta que ya es demasiado tarde para apearse de él.
André Gide,
Los monederos falsos
Y es que, cuando menos te lo esperes, llegará el tren del amor, y te llevará sin saber a donde vas...

2 comentarios:
Preciosas tia, cada vez que veo todas tus entradas, me hacen pensar...
Y quiero que tu sepas y pienses que voy a estar ahí para siempre, estés o no en el tren del amor!
No me dejes sola(puño) jajaa
Tequiero.(L)
xDDDDDD
Tia, tia Te quiero.
La luisa u la Andrea lokaaaas siempre
(H) Voy a ver tu entrada (L)
>.<
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