Yo creo en el amor, creo en el amor pero con una serie de pautas, de valores. Es increíble la degeneración que estamos sufriendo en estos momentos, hace tan solo 50 años, las mujeres eran conservadoras, no se dejaban manipular, ahora todo es diferente, la juventud de ahora solo piensa en el aspecto esterior y no se preocupan mínimamente por el sentimiento que pueda sufrir la otra persona.


Es cierto que con el placer y la lujuria disfrutas, sí, pero no es nada comparable con una relación, poder levantarte y observar a la otra persona hasta que se despierte; no hay nada mejor que observarle, observar su belleza...

A estas edades te puedes pensar lo "más" con tu mentalidad de niña rebelde que ante todo le importa lo que piensen de ella, de su pelo, de su pecho, de su culo...
Luego llegarás a la edad de madurez y te darás cuenta de todo, todo lo que pasaste, no hay que arrepentirse de tus actos, nunca hagas eso, sé fiel y defiéndete ante todo.


La palabra amor tiene muchas definiciones, muchos conceptos, hay distintos tipos, y cuando lo tienes, nunca quieres que escape, reflexiona sobre lo que haces, sobre tu forma de sentir...
Si eres sensible es posible que te afecte mucho, pero no tienes nada de que preocuparte, has sentido la cosa más bonita que hay en el mundo, y es una buena experiencia que contar a tus nietos.

El amor existe, ten fé y lo encontrarás.

No estoy nerviosa no estoy nerviosa no estoy nerviosa NO ESTOY NERVIOSAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
SE ME VAN A DECLARAR PERO NOOOOOOOOOOO! ESTOY NERVIOSA! NONO PARA NADA!!!!!!!!!!!!
RELAJACION!
QUE NO ESTOY NERVIOSA OSTIAS!

-¿No ha observado usted -dijo entonces Hildebrando- que los actos más decisivos de nuestra vida, es decir, los que corren más riesgo de decidir nuestro porvenir, son la mayoría de las veces actos imprudentes?

-Así lo veo -respondió Audibert-. Es un tren al cual sube uno sin pensarlo y sin haberse preguntado adónde lleva. E incluso casi nunca se comprende que el tren le conduzca a uno, hasta que ya es demasiado tarde para apearse de él.

André Gide,

Los monederos falsos

Y es que, cuando menos te lo esperes, llegará el tren del amor, y te llevará sin saber a donde vas...

Hoy, me enteré que la chica de mis sueños, estaba a punto de tener novia.

Me lo dijo una amiga, la cual, no sabía nada del tema, y yo fingí que no me afectaba,

incluso me alegré por ella, pero por dentro me estaba muriendo de rabia, pero a la vez de tranquilidad

Esa tranquilidad que sientes cuando sabes que quieres a alguien peor no puedes o porque tienes pareja o porque está en medio una amiga/o...

Yo sé que no me puede pasar nada con ella, creo que somos totalmente incompatibles, yo tengo muy en cuenta los pequeños detalles, y ella es un alma libre que hace y dice lo que le viene en gana.

Sé que es una persona, que en un principio, superficialmente hablando de su forma de ser no me gusta, pero no sé porque la quiero tanto...

Tiene unos puntos realmente increíbles, creo que nadie la ha valorado como yo lo he hecho, a lo mejor me equivoco, pero la he tenido en un pedestal, como si fuera mi reina, y la verdad es que todavía por desgracia creo que lo sigue siendo...

Poco a poco me iré olvidando de ella, sanamente, sin estropear nuestra amistad, finalmente la conclusión es que:

La quise, la quiero, y siempre la querré ♥

Aunque ella no tenga en cuenta mis sentimientos...

Cuantas veces hemos deseado borrar un día, un instante, un momento, 

hasta un año de nuestras vidas a borrarlo todo y vaciar nuestra memoria.

Cuantas veces deseamos volver a ser niños, 

vivir todo de nuevo, 

recuperar lo que se fue o dejar que el tiempo ponga las cosas en su lugar.

Algunos simplemente no esperan nada del tiempo.

Da lo mismo regresar o avanzar, simplemente renuncian a que el tiempo continúe su 

paso y se marchan con lágrimas y un largo adiós.

Si deseáramos en algún momento perder completamente la memoria y plegárnos,

por ejemplo, a la frase "comenzar de nuevo" ¿cuántas cosas no perderíamos? 

serían como aquellas cosas que se extravían incidentalmente en una mudanza

y luego se extrañan. 

Perderíamos el calor del primer beso y la sensación

de aquel amanecer que fue perfecto. 

La nostalgia por amores pasados y a inocencia con la que nos entregamos a lo desconocido esa primera vez.

Quedarían atrás los amigos que iban a ser eternos, 

las cartas que nos hicieron llorar, la primera o última vez que vimos a un gran amor,

los brazos mas cálidos, el día que pensamos que se iba a caer el mundo,

el dolor más hermoso, la sonrisa mas esperanzadora,

el nacimiento del sentimiento más puro.

¿En realidad comenzamos una vida nueva o matamos otra llena de bellos recuerdos? Dejamos una vida y un presente que nos da infinitas oportunidades por soñar,

por soñar con un futuro perfecto que no existe 

o un pedazo de cielo donde no sabemos que nos espera.

¿Vale realmente la pena perder la memoria?